Cruzada por una causa

Iba feliz de la vida comiendo una humita por la calle, cuando en eso cacho que en la capital se iba a poner a llover. Lo peor del mundo, ya q andaba con mi polera tono burdeo y nada más. en ese momento me acordé que en algún episodio de los cazadores de mitos hablaban que te mojabai menos si corrías bajo la lluvia, así que por cualquier cosa anudé mis zapatillas puma para así estar listo pa correr. el asunto es que no se puso a llover como siempre, sino que cayó una gota gigante que dejó la mismisima cagada en la ciudad, derribando mitos de meteorólogos charchas de televisión que decían que este iba a ser el año más seco de la historia. pamplinas, además mi corrida de nada sirvió porque igual quedé empapado. Cuando pude refugiarme en una zona seca, me di cuenta que mi piel se empezaba a poner blanca, mientras escurria mi color original por mis brazos, era como si toda mi vida hubiese tenido una capa de tierra impregnada en mi piel que me hizo cuestionar mis hábitos de limpieza. pero era más que eso, me di cuenta que toda mi vida había sido albino, y que mi mamá tiñó mi piel con renovador en el momento que nací para que no me diera cuenta y no sufriera discriminación. debo admitir que lloré cuando supe que nunca fui el moreno que siempre creí ser, y me senté a terminar mi humita.

Me fui a mi casa más triste que la ñoña, recordando lindos episodios de mi morenez, pero ya el karma de ser albino me destruía el alma, en mi pensaba que hubiese preferido ser colorín, pero no, la cruda realidad era que era albino. nada más que hacer.

me gustaría que la sociedad se pusiera en mi lugar y rezara 3 aves marías para que yo pueda volver a mi estado de morenez absoluta, o si prefiere, puede depositar luca a la cuenta 05-6060-1 del bancosorno. Juntos podemos hacer que yo supere la albinidad.

Ilustración por Raudiel Sañudo