domingo, 29 de octubre de 2006

Short List


Ya han pasado 5 años y medio en donde yo, el "genio en potencia" (según yo) de la publicidad estoy trabajando en una agencia real. Todos esos sueños de "revolución" todas esas promesas de que iba a cambiar la publicidad se han traducido a hartas horas de trabajo, una pizca de glamour, y mucho photoshop y freehand (además de unos kilitos de más gracias a la tarjeta vendomática, al comidomi, y a la fontana de pasta de la Piccola Italia). Vuelvo a la pizca de glamour. Siempre supe que la pubicidad era una pega como cualquier otra, en donde la monotonía iba a suceder si o si, y toda esa parafernalia de los avisos ricos de festival iban a pasar poco, pero el jueves es una de esas instancias, en donde un joven practicante con un banner que en un comienzo encotró imbécil, pelió con otros 5 banners en una dura batalla pero que al final sólo quedo en el shortlist. Siento que es un buen comienzo en el mundillo. Obviamente nadie en la calle me parará a pedirme un autógrafo, ni menos seré el referente para los nuevos estudiantes de publicidad, pero ahi estoy, en la página de la Achap con un banner que es finalista. Me regalo un clap.

P.D. Fui el único del equipo creativo de Grey que no se ganó nada, jajaja.

P.D.2. Si quieren ver, el banner está en www.segurosparis.cl/juego.html

domingo, 22 de octubre de 2006

Chucha


Ibamos caminando al lado de un perro, feo feo, pero tenía cara de simpático, asi que dejamos que caminara tranquilamente haciendonos compañía. Cuando llegamos a la heladería, pedi un helado de palta (nunca en mi vida había comido un helado de palta, pero como me gusta probar hueás raras, lo hice, total que eran $ 1500 perdidos en un helado) y mi acompañante pidió un rico helado de pasas al ron. Nos sentamos en las mesas coloridas de la heladería, sin yo saber el motivo de aquella salida a medias improvisada, y le di el primer langüeteo al helado. no me gustó pero me aguanté nomás porque no quería quedar como loser (...) en fin, el motivo de la junta era para decirme que me quería fuera del trabajo, porque dijo que ya no le tomaba la importancia suficiente. Chucha, me dije a mi mismo, y sentí el dolor de haber perdido $1500 pesos en ese helado hueón. Sin más palabras me levanté de la mesa colorida para retirarme de la heladería, y al salir me topé nuevamente con el perro feo feo.