lunes, 27 de noviembre de 2006

El niño inteligente


Había una vez un niño que su sueño era resolver el maldito cubo rubick. La historia nace el día en que un tio de Estados Unidos, le trajo uno de estos juguetes en unos de sus viajes al tercermundista Chile. El niño inteligente no tenía idea de que se trataba el juego, asi que lo dejó en una repisa mientras el polvo se acumulaba en sus cuadros de colores. Un día, el niño inteligente quizo saber de que se trataba el lindo juguete, y empezó a desordenarlo para comenzar a jugar. Mientras el niño inteligente más desordenaba el cubo, más se alejaba de resolverlo. Ya estoy listo para comenzar a resolver esta lesera, dijo el niño inteligente, y comenzó el camino hacia la frustración. El niño jugó durante tres años consecutivos y nada logró, sus ánimos ya estaban por el suelo y cada vez que estaba a punto de resolver un lado, los otros continuaban en su desorden. Su cabeza maldecía a aquel tío que trajo el juguete, y el niño inteligente se aburrió y dejó el juguete botado. pasaron 86 primaveras, y el cubo seguía de la misma manera en que el niño inteligente lo había dejado, pero gracias al transcurso de los años, los colores se fueron decolorando, y el cubo quedó blanco, en todas sus caras. El niño inteligente al fin logró resolver el famoso cubo Rubick.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

yo tampoco he podido armar uno de estos cubos. No creo que pueda presenciar 86 primaveras.... así que mi método para armar este artilugio era sacarle los autoadhesivos de colores y ponerlos en orden.

Que pasa weiles cabrón....
NOS nos espera.

Anónimo dijo...

creo que a mi me pasaria lo mismo pero no el 86 años, en 87!!!!!!!!!!!!

Lovage dijo...

Buena manera de resolverlo